Víctor Muñoz fue un centrocampista incansable que destacó en el Zaragoza y el Barcelona durante los 80. Su habilidad para recuperar balones y su entrega en el campo lo convirtieron en un jugador indispensable, pero la falta de brillo ofensivo y su trabajo “sucio” a menudo lo relegaron a un segundo plano en comparación con sus compañeros más ofensivos.